Hay momentos en la vida de todo hombre en que haber llegado al limite, que ya no puede continuar por la misma senda, el camino se hace muy empinado, las zarzas le desgarran las carnes y cree haber perdido el norte, entonces busca desesperadamente salidas, suelta la mano de su compañera y se pierde por falsos atajos que solo conducen a la soledad y a la locura.
Por un momento cree ver la luz, siente haber encontrado la salida, pero no, es un puro espejismo, cuanto mas se adentra por la senda errónea mas se aleja del su camino.
A veces es lo suficiente lúcido para darse cuenta, desanda malospasos y de nuevo de la mano reemprenden juntos la marcha sintiéndose mas fuertes y mas unidos, otras, por desgracia, atraído por cantos de sirena acaba despeñándose por los precipicios de la soledad y la desesperación ...
Quizás en un momento puntual de nuestra vida, necesitemos dar unos pasos en solitario, soltar esa mano amorosa y amiga y jugar al escondite con nosotros mismos, pero es un juego peligroso puede que cuando volvamos de nuestros devaneos ya no haya nadie esperando y entonces tengamos que seguir jugando solos, o buscarnos otra compañera de juegos que quizás nos hará trampas, demasiadas trampas, aunque no tantas como hemos hecho nosotros.
Jose luis Posa
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